En la segunda fase se alcanza el pico de temperatura, y se expone por un período de 2 a 3 horas. Como última etapa, la temperatura se reduce mediante pulverizados de agua a 80-90°C a fin de lograr la humedad deseada de 4 a 7%.

Fruto de dicho proceso, se produce un cambio permanente en la estructura celular de la madera, principalmente en de la hemicelulosa, disminuyendo notoriamente la humedad de equilibrio higroscópico y resultando en una serie de beneficios:

• La modificación térmica reduce la capacidad de absorción de la madera, lo que significa que la exposición a la humedad ya no provoca que la misma se “hinche”. También mejora la estabilidad dimensional, por lo que se expande y contrae menos a la intemperie.

• Las tensiones internas más bajas que se encuentran en la madera termotratada también reducen el consumo de material durante la construcción.

• La resistencia biológica de la madera aumenta a medida que los nutrientes de ésta se modifican durante el proceso de termotratado, volviéndose resistente a plagas y microorganismos que la agredan. Esto aumenta la durabilidad en condiciones exteriores y garantiza que no sea necesario impregnarla con sustancias tóxicas para su protección.

• Como no se utilizan productos químicos, los productos de madera modificados térmicamente son seguros y no es necesario manipularlos como residuos peligrosos después de su uso.

• El aislamiento térmico y acústico es superior al de la madera natural hasta en un 30%.